Avanzan con una ley para proteger a Liebig
Pueblo Liebig, a 9 km de Colón, un pueblo ahora turístico, antes fue centro de una ajetreada actividad frigorífica. Nació a partir de una empresa inglesa que se instaló en la zona. La Liebig ´s Extract of Meat & Co. se afincó aquí en 1903 con la idea de exportar carne enlatada a Europa – el corned beef —. Estaba próxima a la pampa ganadera, y al lado de un puerto de embarque, sobre el río Uruguay, así que el negocio cerraba por entonces.
El pueblo fue creciendo a su alrededor, y creciendo en sentido literal. Los ingleses armaron su pequeña Londres en tierra charrúa. En el pueblo, estaban los obreros, y en las construcciones típicas que rodeaban la planta, se ubicaban los gerentes de la compañía, y así nacieron construcciones que hoy todavía se mantienen en pie y que la Legislatura pretende declarar patrimonio histórico cultural, de modo de frenar el desguace, cuando no el total desmantelamiento.
Quedó dicho: Liebig, el pueblo, fue la extensión de Liebig, la planta frigorífica armada por los ingleses. El poblado fue una invención extranjera; y también el nombre que tiene. Su nombre recuerda al químico alemán Justus Barón Von Liebig, que en 1874 realizó el descubrimiento de cómo obtener extracto de carne para poder conservarla.
Es así pues la historia. No es que primero fue un caserío, luego la iglesia, después la plaza, más tarde el empedrado de las calles. No. Aquí nació el frigorífico, y con el frigorífico, la planificación del pueblo.
La manga por donde pasaban las reses con destino al matadero era el límite que dividía en dos a Liebig: a un lado, las construcciones que alojaban a los empleados; al otro, las construcciones más coquetas, habitadas por el personal jerarquizado. Así, en 1904, un año después de que naciera el frigorífico, surge el Club Liebig; en 1907, la Biblioteca, y recién en 1950, la Capilla Sagrado Corazón de Jesús, y por iniciativa de la esposa del director de Liebig s Extract of Meat Company Limited. Aunque tuvo otras peculiaridades el pueblo: por ejemplo, la visita, en 1925, del príncipe de Gales, Eduardo VIII. Aquel reverdecer duró medio siglo.
Con la década de 1970 comenzó el declive, una agonía que se extendería hasta la década de 1980. Luego,la Liebig s Extract of Meat Company Limited comenzó a ser historia, hasta que la firma Vizental se hizo cargo del frigorífico, sin mucha suerte. La reapertura no fue tal, y hoy la planta, paralizada, está a su suerte. Y alrededor crecen los rumores respecto de negocios inmobiliarios en puerta que buscarían la venta, por partes, del patrimonio. “Hasta hay temor por la venta de la chimenea del frigorífico, algo característico del pueblo”, se alarma el senador Arlettaz.
Con la década de 1970 comenzó el declive, una agonía que se extendería hasta la década de 1980. Luego,
A juicio del senador Oscar Arlettaz, “por más que el propietario de las instalaciones sea un privado, no podrá realizar ninguna alteración ni enajenación sin previa autorización del Estado”. De esa manera, añadió, podrá disiparse los temores que han comenzado a ganar a la población. “Hubo algunos abogados que, en nombre de la empresa, vinieron a presionar a la gente para que desalojen, para que compren o alquilen, y se trata de gente que hace años que vive en Liebig. Hay intereses inmobiliarios alrededor, porque incluso se habla de que quieren montar una especie de Puerto Madero, con un hotel temático en el frigorífico”, subrayó.
Diputados aprobó una resolución
En su sesión de ayer,la Cámara de Diputados provincial aprobó un proyecto de resolución por el que se declara de interés cultural, histórico y paisajístico para la provincia el área industrial del establecimiento frigorífico marca Liebig, con la intención de proteger estos bienes similar al proyecto de ley que cuenta con media sanción en Diputados. “Hemos acudido al reclamo que están haciendo pobladores de la zona, autoconvocados de Pueblo Liebig, para darle un marco institucional a ese reclamo”, expresó Eduardo Jourdán. En el texto, los legisladores justicialistas Jorge Kerz, Eduardo Jourdán, José Ángel Allende, Daniel Bescos y de los radicales José Antonio Artusi y Marcelo López invitan a la comuna de Pueblo Liebig que disponga lo necesario para su conservación y puesta en valor conforme los considerandos que fundamentan la resolución.
Diputados aprobó una resolución
En su sesión de ayer,