El trabajo industrial y la producción de la carne han dejado la marca del progreso social colectivo en Pueblo Liebig, Entre Ríos, Argentina; así como el extracto de carne marca Liebig, la lata de corned beef Fray Bentos y los caldos Oxo, se convirtieron en populares productos alimenticios infaltables en la mesa familiar europea, en hospitales y en la trinchera del soldado, desde las guerras mundiales hasta nuestros días.
* Why it is worth preserving the industrial heritage:
The Liebig beef processing company towns.
World Wide: Argentina . n° 43, 2008. Bulletin TICCIH
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Primer Centenario en el Río de la Plata
15 septiembre - 15 noviembre, 1965
Primer Centenario en el Río de la Plata
15 septiembre - 15 noviembre, 1965
colección archivo marca LIEBIG
Territorialmente consolidó un pueblo industrial, conjunto unitario que incluía las áreas de trabajo, las viviendas de trabajadores y empleados y los espacios para recreación. El pueblo con 220 casas estaba dividido en dos sectores por la manga, corredor por donde se introducía el ganado a la fábrica. Al sur vivían los obreros, en casas iguales con zaguanes comunes y ventanas verticales, formando tiras paralelas, dos corralones y habitaciones para solteros. Al norte, los empleados jerárquicos vivían, a modo de ciudad jardín, en cuatro modelos tipológicos de chalets. Escuela y biblioteca; salón de fiestas, cine y boliche; cancha de golf, tenis y club de fútbol completaban las comodidades para el trabajador.
La fábrica conservera ubicada sobre una alta barranca en la orilla izquierda del río Uruguay, fue planificada para una faena diaria de 1400 vacunos, en 4 turnos de trabajo. Todo se hacía allí y nada se desaprovechaba, en perfecta organización del trabajo.
El patrimonio industrial vale si se preserva
Desde el fin productivo en La Liebig , a principios de los años ’80, su patrimonio es una historia de despojos. Se perdió el trabajo y se fueron miles de obreros. La fábrica empieza a verse como una ruina y el pueblo asume una imagen fantasmal. Sin perder su encanto, para quien allí vive o allí trabajó, nuevos habitantes comenzaron a afincarse y otros empezaron a llegar para conocer la historia y el patrimonio industrial.
La fábrica y el pueblo son una página de historia para aprender a escuchar las voces que emanan de sus paredes y protagonistas. Historia y patrimonio son herramientas, no para mirar siempre atrás sino para poder construir un futuro mejor y más digno.
Memorias Obreras
Los trabajadores de la carne en los nuevos espacios, contenedores de modernas máquinas, fueron la fuerza productora, capaz de transformar VACAS en ALIMENTOS.
Las memorias obreras de La Liebig comenzaron en la gran planta de producción, donde vacas, hombres y mujeres, también niños; y máquinas se concentraron en torno al fuego y sabor de una gigantesca cocina, para dar de comer al mundo entero.
Una historia en común, de sudores- olores- gritos- esfuerzos- sueños, que no puede perderse bajo la topadora de la desidia, pues las paredes de La Fábrica son la vida misma del pueblo industrial: una identidad social y cultural del trabajo de la CARNE .
Adriana Ortea
Editorial Académica Española. ISBN: 978-3-8484-5505-8
www.morebooks.de/store/es/book/memorias-obreras-de-la-liebig/isbn/978-3-8484-5505-8