II Concurso de Archivos históricos de empresas - Iniciativa de Archivos - Fundación Williams y Fundación Bunge y Born.

jueves, 14 de junio de 2012

MEMORIAS OBRERAS, a modo de introducción:


         
          El trabajo industrial y la producción de la carne han dejado la marca del progreso social colectivo en Pueblo Liebig, Entre Ríos, Argentina; así como el extracto de carne marca Liebig, la lata de corned beef  Fray Bentos y los caldos Oxo, se convirtieron en populares productos alimenticios infaltables en la mesa familiar europea, en hospitales y en la trinchera del soldado, desde las guerras mundiales hasta nuestros días.

* Why it is worth preserving the industrial heritage:
The Liebig beef processing company towns.
World Wide: Argentina. n° 43, 2008. Bulletin TICCIH

 
Aviso publicidad:
Primer Centenario en el Río de la Plata
 15 septiembre - 15 noviembre, 1965
colección archivo marca LIEBIG
             
La Compañía Liebig’s Extract of Meat  Co. Ltd. se instaló en 3 países de Sudamérica: Uruguay, Argentina y Paraguay, a fines del s. XIX y principios del s. XX para construir tres fábricas junto a los ríos y con puertos por donde entrar los insumos y sacar productos. Inició la producción en 1865, en Fray Bentos, Uruguay y se expandió en 1903 a Entre Ríos,  donde ya existía el Saladero Colón de Apolinario Benítez (1863) y de Juan O’Connor (1871). Con la compra del campo Santa María, 7.500 hectáreas entre el arroyo Caraballo y Perucho Verne, comenzó la transformación edilicia en una moderna planta de carne en conserva.
Territorialmente consolidó un pueblo industrial, conjunto unitario que incluía las áreas de trabajo, las viviendas de trabajadores y empleados y los espacios para recreación. El pueblo con 220 casas estaba dividido en dos sectores por la manga, corredor por donde se introducía el ganado a la fábrica. Al sur vivían los obreros, en casas iguales con zaguanes comunes y ventanas verticales, formando tiras paralelas, dos corralones y habitaciones para solteros. Al norte, los empleados jerárquicos vivían, a modo de ciudad jardín, en cuatro modelos tipológicos de chalets. Escuela y biblioteca; salón de fiestas, cine y boliche; cancha de golf, tenis y club de fútbol completaban las comodidades para el trabajador.      
La fábrica conservera ubicada sobre una alta barranca en la orilla izquierda del río Uruguay, fue planificada para una faena diaria de 1400 vacunos, en 4 turnos de trabajo. Todo se hacía allí y nada se desaprovechaba, en perfecta organización del trabajo.
                                                                                          
El patrimonio industrial vale si se preserva
Desde el fin productivo en La Liebig, a principios de los años ’80, su patrimonio es una historia de despojos. Se perdió el trabajo y se fueron miles de obreros. La fábrica empieza a verse como una ruina y el pueblo asume una imagen fantasmal. Sin perder su encanto, para quien allí vive o allí trabajó, nuevos habitantes comenzaron a afincarse y otros empezaron a llegar para conocer la historia y el patrimonio industrial.
La fábrica y el pueblo son una página de historia para aprender a escuchar las voces que emanan de sus paredes y protagonistas. Historia y patrimonio son  herramientas, no para mirar siempre atrás sino para poder construir un futuro mejor y más digno.  

Memorias Obreras
Los trabajadores de la carne en los nuevos espacios, contenedores de modernas máquinas, fueron la fuerza productora, capaz de transformar VACAS en ALIMENTOS. 
Las memorias obreras de La Liebig comenzaron en la gran planta de producción, donde vacas, hombres y mujeres, también niños; y máquinas se concentraron en torno al fuego y sabor de una gigantesca cocina, para dar de comer al mundo entero.
Una historia en común, de sudores- olores- gritos- esfuerzos- sueños, que no puede perderse bajo la topadora de la desidia, pues las paredes de La Fábrica son la vida misma del pueblo industrial: una identidad social y cultural del trabajo de la CARNE.

Adriana Ortea

* Memorias Obreras de La Liebig. Patrimonio Industrial Alimentario de la producción y el trabajo de la carne. Fragmento de: INTRODUCCIÓN  y Capítulo I
Editorial Académica Española. ISBN: 978-3-8484-5505-8

www.morebooks.de/store/es/book/memorias-obreras-de-la-liebig/isbn/978-3-8484-5505-8

viernes, 8 de junio de 2012

Un caso de Arqueología Industrial


miércoles, 6 de junio de 2012

 

LIBROS:

por Andrew Graham-Yooll

Memorias Obreras
de La Liebig
         
          La era post industrial argentina se halla todavía en un intermedio indeciso.  Debatimos acerca de si hubo una etapa que aún se pueda reciclar a medida de las necesidades del país “emergente” o si definitivamente todo lo que se proyectó en los años treinta, cuarenta y cincuenta quedó en el pasado.  Hemos visto instancias del cine documental que tratan de conservar la memoria del Rastrojero Diesel, del avión Pulquí, de empresas textiles, de talleres ferroviarios y de algunas grandes fábricas que hoy apenas conservan indicios de sus manufacturas originales y para qué se usaron. 

          Por todo esto es importante registrar el relato histórico, la investigación académica y los esfuerzos personales, que buscan evitar que ese patrimonio que alguna vez tuvimos se pierda en un montón de escombros o se tape bajo el manto que impone la codicia inmobiliaria.  Es de celebrar la aparición, en Alemania, y con el sello de la Editorial Académica Española la nueva publicación de la arquitecta Adriana Ortea, Memorias Obreras de La Liebig, subtitulado Patrimonio Industrial Alimentario de la producción y el trabajo de la carne.  El tema de las grandes fábricas neo coloniales y la fuerza laboral que las hicieron posibles en las últimas décadas del siglo diecinueve y primera mitad del siglo veinte, han ocupado a importantes estudiosos como Mirta Lobato (Swift-Armour, de Berisso), Gastón Gori (La Forestal) y Santiago Senén González (historia del sindicalismo argentino), Mariela Ceva (Flandria), Olga Paterlini (pueblos del azúcar, en Tucumán), María Marta Lupano (fábricas y sus pueblos industriales), entre unos cuantos otros.  A estos, se agrega el segundo libro de la arquitecta Ortea (el primero fue Fotografía en Palabras – La Liebig de Martí, 2008), de nuevo en el tema de la industria de la carne y específicamente en la empresa británica Liebig, recordada por su “extracto de carne”.

* para compartir la nota: www.oficioperiodista.blogspot.com.ar

viernes, 1 de junio de 2012


 Memorias Obreras
de  La  Liebig

Patrimonio Industrial Alimentario de la producción y el trabajo de la carne


A cuatro años del libro Fotografía en Palabras - La Liebig de Martí; una nueva publicación de la arquitecta Adriana Ortea acaba de editarse en Alemania por la Editorial Académica Española.

                
Liebig’s Extract of Meat Co. Ltd. se instaló en Sudamérica, a fines del s. XIX, para producir alimentos a partir del recurso ganadero. Desarrolló sus fábricas de carne, dando origen a pueblos industriales, junto al río Uruguay y al Paraguay.
                 El libro es una revelación de la historia de La Compañía; el auge y fin de La Fábrica; el progreso y riesgo del Pueblo Industrial, la ilusión y abandono de los trabajadores; y la innovación y permanencia de los productos y marcas de los alimentos cárnicos: extracto Liebig, corned beef  Fray Bentos y caldos Oxo.            
             Memorias Obreras de La Liebig presenta el proyecto de rescate e investigación de las historias de los trabajadores, marcando con esta presencia la ausencia en los vacíos espacios fabriles. El interés por “sacar el polvo” del Registro de Obreros de Liebig, encierra una acción de resistencia y disenso frente a la desaparición de una sociedad de productores; donde lo producido no fue sólo un alimento sino un valor de identidad cultural, portador de pertenencia.
                La gestión del Patrimonio Industrial Alimentario de la producción y el trabajo de la carne propone un cuidado equilibrio entre olvido y memoria, donde: ¡La memoria no tiene más límites que los que queremos poner!

               A principios de noviembre de 2011, la Editorial Académica Española me propuso publicar la ponencia presentada en el II Encuentro Internacional de Patrimonio Industrial Agroalimentario organizado por el TICCIH, Comité Argentino para la Conservación del Patrimonio Industrial, en Córdoba en el año 2009; y, desde abril de 2012, aquí está: Memorias Obreras de La Liebig.