II Concurso de Archivos históricos de empresas - Iniciativa de Archivos - Fundación Williams y Fundación Bunge y Born.

martes, 30 de diciembre de 2008

Patrimonio robado


28 de diciembre de 2008                                - El DIARIO - Paraná - Entre Ríos -

Denuncian el saqueo de la histórica fábrica La Liebig
por Marcela Pautaso

Por su incalculable valor patrimonial, cultural, histórico y social, los pobladores de Pueblo Liebig, exigen a la provincia y a la Nación que se frene con una ley, el despojo que está sufriendo el ex frigorífico La Liebig.
"Salvar La Liebig de sus ruinas”. Con ese título comenzó a circular hace unos pocos meses una cadena de correos electrónicos, en la que se denunció el despojo del histórico frigorífico Liebig, en el departamento Colón.

Pueblo Liebig es una pequeña comarca cercana de la Colonia San José que se estructuró y forjó —como sucedió también con Santa Elena— en torno del frigorífico que, por su producción en los años de la segunda guerra mundial, se llegó a considerar como “la cocina más grande del mundo”. Una historia que comienza en 1863, con un modesto saladero, propiedad del empresario irlandés, Juan O’Connor, sobre el río Uruguay y a fines del siglo XIX, se convierte en Liebig’s Extract of Meat Company Limited, una importante industria cárnica de capitales ingleses. Para los pobladores de aquellos años como para los actuales, la fábrica se llamó y se seguirá llamando “La Liebig”.

SAQUEO. Por el rico patrimonio arquitectónico e histórico cuando se produce el cierre de la planta, los ex trabajadores se ocuparon de realizar tours por las instalaciones. Es que la curiosa estructura física y social con la que se forjó Pueblo Liebig, constituye un atractivo turístico sin igual, porque fue desde La Liebig, donde se planificó y edificó el poblado en todos sus aspectos. Pero del esplendor, de su rica historia, de sus valiosos objetos no sólo por lo económico sino por el invaluable valor cultural que tuvo y tiene, el frigorífico podría quedar en ruinas, según denunciaron los pobladores.
Desde hace unos meses, se está despojando la planta, lo que inquieta a los habitantes de Pueblo Liebig. “Deseamos llamar la atención por un verdadero atentado al patrimonio y al turismo cultural que se está procesando en este mismo momento”, dice uno de los mail en cadena que comenzó a circular por la web, escrito por la arquitecta Adriana Ortea. “Decidí difundir el laborioso trabajo de extracción del patrimonio en Pueblo Liebig, porque todos estamos perdiendo un pedazo de la historia social y económica de la producción alimentaria, del trabajo de la carne de Argentina y de la región binacional del Río Uruguay”, dice.

VALOR. “El patrimonio vale, pero no por su peso, sino por su significado histórico y por el derecho colectivo a la memoria y preservación de todo patrimonio cultural; histórico, arquitectónico y paisajístico”, enfatizó Ortea, al tiempo que recordó el artículo 26, de la nueva Constitución Provincial y artículo 41, Constitución Nacional.
“El patrimonio no tiene dueños, tiene depositarios; pero para que haya patrimonio, primero debemos conservarlo… los grandes empresarios, cada vecino y las autoridades públicas”, acotó.

En sus cartas electrónicas, la mujer explicó que su objetivo al hacer públicas las denuncias del despojo que se están produciendo en el frigorífico, es para lograr que se “declare el lugar un bien de interés histórico provincial”, que también deberá abarcar "el río, fábrica, pueblo y la memoria del trabajo”.“Se está depredando un pedazo de la historia industrial de la Argentina y de la región binacional del Río Uruguay y se está perdiendo el verdadero motor para un turismo cultural que puede dar vida nuevamente a Pueblo Liebig y uno de los elementos del patrimonio entrerriano capaz de convertirse en uno de los principales atractivos turístico-culturales de la provincia”, enfatizó Ortea en su mail.

DEFENSA. Por su parte, el poeta y periodista Jorge Martí hizo su aporte a la defensa de La Liebig. En su escrito reconoció que le cuesta hoy regresar al pueblo donde se crió, “porque ya no está… el trabajo, los amigos y poco va quedando de la fábrica”.“Liebig no es de nadie porque es de todos” y repudió “el desguace de la planta industrial o de lo que queda de ella. Es como si de a poco se cortara la memoria del pueblo”, aseguró. Como propuestas para evitar el despojo, Martí consideró necesario “permanecer unidos en un reclamo justo y enérgico, hasta obtener el reclamo mínimo de un amparo legal que permita a las generaciones futuras conocer y gozar del patrimonio que hicieron las manos de lejanos abuelos”.

* nota publicada en EL DIARIO, 28 de diciembre de 2008 - Paraná.

http://www.mnactec.cat/recull/pdf/2812_f6490.pdf 

domingo, 28 de diciembre de 2008

Las ruinas de mi identidad

22 de diciembre de 2008
Orgullo de un pueblo
Liebig, el pueblo INDUSTRIAL - foto aérea - década '70

Parte en broma, parte en serio, se decía: "En Fábrica Liebig lo único que desperdiciamos son los mugidos". A esto se llegó porque a la producción del extracto de carne, se le sumó la de "Corned Beef" o carne enlatada y posteriormente distintos productos y subproductos hasta llegar a aprovechar totalmente el cuero del animal. La independencia económica de la compañía respecto al puerto de Buenos Aires era casi total, ya que durante varias décadas los productos eran llevados directamente a Europa sin pasar por él.

Las instalaciones de Fábrica Colón eran completísimas: tres grandes muelles con guinches a vapor y eléctricos, una flota de cuatro remolcadores y seis chatas de carga, una red ferroviaria para zorras de tracción a sangre, enormes calderas y generadores de energía eléctrica que se renovaban a medida que la tecnología avanzaba; compresores para cámaras de frío, fábricas de hielo, latas y toneles; gasógenos y talleres mecánicos especializados; laboratorios de alimentos, equipos para incendios, dispensario, y todas las maquinarias más modernas de la época para procesar sus productos.
A partir de 1950 comenzó una lenta decadencia debido a diversos factores, hasta que la compañía fue vendida a la firma Vizental en 1980, y sus instalaciones desmanteladas.
La urbanización en torno a Fábrica Colón tiene un diseño particular: además del Sector Fábrica, la traza del pueblo esta formada por dos barrios claramente definidos y formalmente separados, llamado por los habitantes, El Pueblo y Los Chalets. Las viviendas de ambos sectores, construidas por la empresa, formaron un pintoresco poblado, en el que vivieron gratuitamente jefes, empleados y obreros con sus familias, o personal soltero. Con el tiempo fueron siendo dotadas de las instalaciones necesarias, atendidas por una intendencia de la empresa.

En El Pueblo se alojaban los obreros y los empleados administrativos de menor jerarquía. La gran mayoría de las viviendas consistían en casas apareadas de una planta, con un zaguán común cada dos casas. Esta tipología se va repitiendo y se agrupa de tres maneras: la Hilera, de 300 metros de largo; los Corralones (Grande y Chico) donde las casas se ordenan en torno a un patio central; y el barrio La Canaleta, formado por dos construcciones en paralelo, con cinco pares de casas cada una, cuyos patios traseros se enfrentan, formando una calle de servicio. En El Pueblo están contemplados los lugares Publicos: un centro comercial, la Iglesia, y el Club Liebig, que fue célebre en la zona por su salón de fiestas, cine-teatro y su equipo de fútbol.

Los Chalets, sector destinado al personal jerárquico y a los "ingleses" en general, ocupaba la parte más alta, con vistas al río. Sus construcciones tienen diversidad formal, aunque la mayoría sigue las líneas del clásico chalet colonial inglés. Los deportes tenían un lugar preponderante en este sector: el Lawn Tennis y el Golf Club Fábrica Colón. El barrio posee dos edificios emblemáticos: el Mess, un hostal donde se alojaba a los visitantes masculinos que viajaban por temas relacionados con la fábrica; y la lujosa Casa de Visitas, para visitantes importantes. Allí supo estar en 1925, el Príncipe de Gales.
El hecho de pertenecer a un pueblo de tan arraigada independencia y con tanta historia, que contó en su apogeo con instalaciones civiles, deportivas y laborales, además de servicios que otras ciudades mucho más grande apenas comenzaban a adquirir, ha inculcado en sus habitantes un orgullo casi fanático de su pueblo.

http://www.taringa.net/posts/info/1909781/Las-ruinas-de-mi-identidad_-_Update_.html


viernes, 12 de diciembre de 2008

impedir, detener o demorar el DESGÜACE del PATRIMONIO

jueves, 11 de diciembre de 2008                                   -  EL ENTRE RÍOS  - Colón -

Pueblo Liebig,
otra Itálica Famosa.
por Jorge Enrique Martí,
poeta y periodista.

        Se están llevando todo, cuenta la gente del pueblo. Y si nadie los detiene no va a quedar de pie ni la simbólica chimenea que todavía se erige con algo de melancolía.

Tomé el compromiso de ayudar en la irrenunciable tarea de impedir, detener, o al menos demorar el desgüace del patrimonio físico, histórico y cultural del establecimiento que fue en Pueblo Liebig durante un siglo, un emporio de la industria de la carne.
Me crié en el pueblo, porque mi padre trabajó allí. Y me cuesta regresar al pueblo, porque ya no está… el trabajo, los amigos y poco va quedando de la fábrica.
Liebig no es de nadie porque es de todos, habrá que argüir con legitimidad.

Sabemos que en nuestro país y en la provincia hay amparo constitucional para la propiedad privada, que tiene un profundo sentido social y que en el caso puntual de Liebig reúne valores culturales, históricos y tradicionales; hoy afectados por el desgüace de la planta industrial o de lo que queda de ella. Es como si de a poco se cortara la memoria del pueblo.

Y recordé los versos del poeta sevillano Francisco de Rioja, contemporáneo de Cervantes, dedicados a Itálica, la ciudad fundada por Escipión, el africano, en la Andalucía española 200 años A.C. Entre ladrones, pillos y desguazadores se perdió el rico patrimonio arquitectónico de aquella emblemática población. Y el poeta, al ver la dura realidad del despojo, escribió: “Esto, Fabio, ¡ay dolor! qué veis ahora, campos de soledad, mustio collado, fueron un tiempo Itálica famosa”. Y dan ganas de cambiar el esdrújulo de Itálica por Fábrica, como era, con el aditamento de Colón, el viejo nombre del hoy Pueblo Liebig.
¿Y qué hay que hacer? ¿Cómo evitar el despojo? Por lo pronto, permanecer unidos en un reclamo justo y enérgico, hasta obtener el reclamo mínimo de un amparo legal que permita a las generaciones futuras conocer y gozar del patrimonio que hicieron las manos de lejanos abuelos. ¿Por qué no cumplir con la Ley de Juntas n° 7555 / 9480? Cuya  función es: reglamentar la edificación, de acuerdo a los usos y costumbres de la zona”, y dictaminar la “ordenanza necesaria aprobada por el Ministerio de Gobierno”.

La arquitecta Adriana Ortea, es una presencia aparecida en Pueblo Liebig, puesta a despertar las conciencias de los pobladores y también de quienes tienen responsabilidades institucionales. Desde noviembre junta datos, información, documentos y apoyo de personalidades y de entidades regionales, provinciales, nacionales e internacionales; con un sólo propósito: conseguir el amparo legislativo y la posterior creación de un museo industrial, como el existente en la uruguaya Fray Bentos, antecesora de nuestra Liebig.

Hay un pueblo renacido, que celebró con orgullo los 100 años de la Compañía, y del Club Liebig, de la Biblioteca Fábrica Colón y de la escuela n° 11 Hipólito Vieytes.
No nos quedemos en el silencio ni seamos cómplices inocentes de este desgüace, saqueo o despojo, como mejor se lo denomine, para que el patrimonio industrial de Fábrica Colón no se convierta en la Itálica entrerriana.

* nota publicada en El ENTRE RÍOS - jueves, 11 de diciembre de 2008 - Colón -

http://patrimoniouruguayense.blogspot.com.ar/2008/12/pueblo-liebig-otra-itlica-famosa.html

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Salvaguardar el patrimonio Liebig

lunes, 1 de diciembre de 2008 - El OBSERVADOR - Colón -









Es el mensaje transmitido desde el archivo marca Liebig y la arq. Adriana Ortea para alcanzar una declaración de protección patrimonial en Pueblo Liebig.

La venta del hierro en la fábrica movilizó a enviar correos electrónicos, desde el 14 de noviembre, a las autoridades provinciales y nacionales. Con la ayuda de René Boretto, director del Museo de la Revolución Industrial Fray Bentos y Eusebi Casanelles, presidente del TICCIH (Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial) las cartas llegaron hasta la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos (CNMMH).

El patrimonio vale, pero no por su peso, sino por su significado histórico y por el derecho colectivo a la memoria y preservación de todo patrimonio cultural; histórico, arquitectónico y paisajístico (art. 26, nueva Constitución Provincial y art. 41, Constitución Nacional) El patrimonio no tiene dueños, tiene depositarios; pero para que haya patrimonio, primero debemos conservarlo… los grandes empresarios, cada vecino y las autoridades públicas.

¿Cuál es el objetivo de la denuncia? Alcanzar una Declaración Provincial de protección patrimonial en el marco conceptual de Paisaje Cultural LIEBIG: río, fábrica, pueblo y la memoria del trabajo. (art 1, Convención de Patrimonio Mundial, UNESCO). Al mismo tiempo, frenar los “atentados demoledores” al patrimonio industrial de fábrica y pueblo, antes de salir a vender los escombros de nuestra Identidad del trabajo de la carne.


* nota publicada en EL OBSERVADOR, miércoles 3 de diciembre de 2008 - Colón.

martes, 2 de diciembre de 2008

Patrimonio Industrial en Peligro

1 de Diciembre de 2008.
Sr. Gobernador de la Provincia de Entre Ríos.
Dr. Sergio Daniel Urribarri.
De mi mayor consideración:
Varios miembros de TICCIH Argentina me han expresado su temor por el futuro de las históricas instalaciones de la ya desactivada planta frigorífica de la firma Liebig (hoy FRICOSA), en Pueblo Liebig, Departamento Colón, Provincia de Entre Ríos.
El motivo de ello son los rumores que indican que se estaría procediendo al desmantelamiento y venta progresiva de los contenidos de este patrimonio industrial de relevante valor arquitectónico e histórico.
Justamente TICCIH (Comité Inernacional para la Conservación del Patrimonio Industrial) va a empezar a realizar los inventarios de los sitios más relevantes del Patrimonio Industrial a nivel Internacional y en las discusiones previas ha salido el tema de los frigoríficos. El problema que se planteó era que no quedaban demasiados que pudieran dar un testimonio de esta actividad, que se desarrolló a partir del último tercio del s.XIX sustituyendo  los saladeros.  Actualmente sólo nos ha llegado la demanda de Fray Bentos en Uruguay con el fin que valoremos aquel emplazamiento, que también pertenecía a la firma  Liebig, como un posible candidato a ser considerado  patrimonio de la humanidad.
La importancia patrimonial de los frigoríficos a nivel internacional es debido a su implantación exclusiva en el cono sur de América, no existen en ningún país del Hemisferio Norte. Por ello  son lugares que a escala mundial son singulares y si se destruyen no quedará ningún testimonio de esta actividad comenzada hacia finales del s.XIX hasta la década de los ochenta del s.XX
Desde TICCIH opinamos que este patrimonio no se puede perder y que además es un signo de identidad de Argentina ya que  la carne argentina exportada congelada es conocida por todo el mundo. Preservar este sitio, representará para la población local la posibilidad de ejercer la memoria sobre un pasado, proyectándolo hacia el presente, y generando en ellos la sensación de inclusión y pertenencia a un patrón cultural regional rico y trascendente. Este testimonio es internacional ya que afecta también a la historia de otros países como los europeos pues sus habitantes comieron la carne en conserva durante muchos años y fue vital en época de guerra,
Aparte de estas consideraciones, este patrimonio también se ha de contemplar positivamente, pues gran parte de la preservación del patrimonio industrial se basa en el fomento del desarrollo económico y social local promoviendo la revaloración de lugares patrimoniales singulares que muy a menudo  son centros de atracción turística.  Yo mismo soy director de un red de museos de Cataluña compuesta por veinticinco centros que tiene un éxito aceptable y actualmente estamos desarrollando un programa de turismo industrial.
Es por ello que le solicito la revisión del estado del sitio mencionado, y la preservación del mismo como testimonio y emblema de la valiosísima historia social e industrial de la región, así como la prevención de su desmantelamiento y su posterior enriquecimiento como sitio de patrimonio cultural industrial de la región. Desde TICCIH le ofrecemos nuestra ayuda.
Sin otro particular y en espera de una favorable respuesta, le saluda con la mayor consideración.
Cordialmente,
Eusebi Casanelles
Presidente TICCIH (Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial)
Barcelona, España.
* carta publicada en diario PERFIL - correo de LECTORES - domingo, 21 de diciembre de 2008.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Salvar La LIEBIG de sus ruinas

 Pueblo Liebig, 20 de noviembre de 2008. 



Cuando, en los primeros días de septiembre, vimos el camión cargado con las "retorchas" fue un golpe, saber que se llevaban el hierro y ver el desguace es doloroso. Pensar en la posible demolición de la fábrica es impotencia y fracaso.
“¡Nunca entré en La Fábrica! ¿no voy a poder conocerla más?”, preguntó mi sobrino de 10 años y me sentí responsable. Decidí difundir “el laborioso trabajo de extracción” del patrimonio en Pueblo Liebig, porque todos estamos perdiendo un pedazo de la historia social y económica de la producción alimentaria, del trabajo de la carne de Argentina y de la región binacional del Río Uruguay.

La gacetilla circuló desde el 4 de noviembre de 2008 entre arquitectos, organizaciones civiles, defensores del patrimonio y de la historia, amigos; y el hecho corrió como pólvora. La ayuda de René Boretto, director del Museo de la Revolución Industrial en Fray Bentos, ha sido invalorable; y el apoyo de los uruguayos, de una gran solidaridad; desde sus museos hasta la Comisión Nacional de Patrimonio y el Ministerio de Cultura.

De este lado del río las adhesiones llegaron de vecinos: Jorge Enrique Martí, Rodríguez Anselmi y Holzer; amigos de Berisso, Bariloche y Gualeguaychú (donde el Frigorífico Nacional pasó al patrimonio de la comunidad por ley provincial); y la Escuela n° 11 Hipólito Vieytes la incluyó en su web. Se sumaron Silvia Vallory y Fabián Berger, el Museo de Antropología de Concordia; la Coordinadora General de Cultura de la Provincia y Graciela Rotman, del Programa Identidad Entrerriana. El periódico El Entre Ríos publicó la noticia el 9 de noviembre y diversos medios digitales del país la reprodujeron.

Ofrecieron su ayuda, organismos como TICCIH (Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial), INCUNA (Asociación Arqueología Industrial, Gijón), MNACTEC (Museo de la Ciencia y Técnica de Cataluña), ICOMOS (Consejo Internacional de Sitios y Monumentos), CEDODAL (Centro de Documentación de Arquitectura Latinoamericana), las asociaciones Basta de Demoler y Responde (Recuperación Social de Pueblos que Desaparecen); la Universidad de Mendoza, Olavarría y Sevilla; la Red de Patrimonio de Paysandú, el Consulado Argentino el Centro de Arqueología Urbana de la UBA.

Entre todos enviamos cartas electrónicas, desde el 14 de noviembre, a las autoridades provinciales y nacionales. Llegaron a destino: desde la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos hasta al Vicegobernador de Entre Ríos, Dr. José Lauritto.

El patrimonio vale, pero no por su peso, sino por su significado histórico y por el derecho colectivo a la memoria y preservación de todo patrimonio cultural; histórico, arquitectónico y paisajístico (art. 26, nueva Constitución Provincial y art. 41, Constitución Nacional). El patrimonio no tiene dueños, tiene depositarios; pero para que haya patrimonio, primero debemos conservarlo… los grandes empresarios, cada vecino y las autoridades públicas.

¿Cuál es el objetivo de la denuncia? Alcanzar una Declaración Provincial de Protección Patrimonial en el marco conceptual de Paisaje Cultural LIEBIG: río, fábrica, pueblo y la memoria del trabajo. (art 1, Convención de Patrimonio Mundial, UNESCO). Poner en marcha una Estrategia de Conservación y Desarrollo, para frenar los “atentados demoledores” al patrimonio industrial de la fábrica y el pueblo, antes de salir a vender los escombros de nuestra Identidad.

                                                                                Adriana Ortea
               archivo marca LIEBIG - Eric Evans 125 - Pueblo Liebig – marcaliebig@gmail.com

* nota publicada en diario EL ENTRE RÍOS, jueves 27 de noviembre de 2008 - Colón.
 

denuncia del DESGÜACE

 miércoles, 05 de noviembre de 2008 

Asesinan a Pueblo Liebig
por René Boretto *

 
Esta es una realidad pasmosa que nos lleva casi a las lágrimas a quienes conocemos de cerca Pueblo Liebig, Entre Ríos, y que indignará a todos los que queremos el patrimonio, en especial aquel patrimonio industrial que nos trae no sólo recuerdos de culturas industriales desaparecidas, sino de verdaderos hitos en el nacimiento, desarrollo y crecimiento de pueblos enteros.
La enorme Fábrica Liebig Extract of Meat Co., que brilló en Colón, está desapareciendo y no por la "piqueta del progreso", sino por la insensibilidad, desidia, desubicación e incomprensión de los propietarios de lo que fuera ese gigantesco monumento industrial rioplatense. 

Muere por el simple costo de hierro al kilo, lo que podría haber sido uno de los museos y centros de captación de turismo internacional más importantes. Con la desatención de las autoridades, muere uno de los reductos de una época de oro de la industria de la carne. Millones de latas de corned beef salieron de ahí hacia Europa, dando de comer a las tropas en la Primera y Segunda Guerra, habiendo recibido Pueblo Liebig y Fray Bentos el renombre de la "gran cocina del mundo". Después de la debacle y desaparición de las industrias, estos dos sitios eran un enorme patrimonio industrial del Cono Sur. Puesto en valor, habría sacado mucho más que el peso del hierro que se fundirá para hacer perder uno de los vestigios más importantes del ingreso de la tecnología del siglo XIX y XX, al Río de la Plata

La propiedad privada merece respeto, pero en este caso es una propiedad patrimonial innegociable. Se cortan rutas y se avasallan derechos individuales y colectivos en "defensa" de valores patrimoniales, pero los políticos y funcionarios miran impasibles este crimen contra la historia de toda una región.
Desde la coordinación del Patrimonio Industrial Iberoamericano del Comité Internacional para la Conservaión del Patrimonio Industrial (TICCIH), informamos de este verdadero desastre y, con pesadumbre, solamente podemos acompañar con el sentimiento lo que fue una laboriosa comunidad, y en especial a nuestros amigos del Archivo marca Liebig, luchadores por cambiar este destino, que nos deja privados de un sensacional patrimonio industrial y sin el prometedor destino de Turismo Industrial que podría ser Pueblo Liebig, en el concierto de atractivos de la provincia de Entre Ríos.

* René Boretto, investigador e historiador
Director del Museo de la Revolución Industrial, Fray Bentos, Uruguay.
Coordinador del Patrimonio Industrial Iberoamericano.
Corresponsal TICCIH en Uruguay.

* carta publicada en PERFIL, correo de LECTORES, 22 de noviembre de 2008 - Buenos Aires.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Museo de la vida

jueves, 20 de noviembre de 2008.


Patrimonio en Peligro I

por Patricia Ceci
museóloga


             No se entiende muy bien que pasa en nuestro país, parece no importarle a nadie el patrimonio o es una impresión personal mía...?            
             Cuando uno visita museos donde ni siquiera los nomencladores de las obras son legibles, no puedo menos que preguntarme cosas elementales.
             Pongamos por ejemplo un consultorio médico, donde el profesional que lo ocupa, no da turnos, no confecciona recetas, no diagnostica y no revisa sus pacientes... todos nos preguntamos que es lo que hace ese médico en realidad..?
             Bueno en los museos pasan cosas similares, si en un museo los nomencladores están hechos a mano o con una antigua máquina de escribir, no tiene una tipografía legible, no contiene los datos que corresponden, que es lo que hacen los profesionales que trabajan allí, papeleo administrativo? para eso está el personal administrativo, si los museologos no hacemos planificacion de colecciones, perfeccionamiento de muestras, etc que hacemos en el museo?
             Si en un museólogo no existe real vocacion por la salvaguarda del patrimonio, sería como si un ambientalista disparara contra las ballenas...
             Quizá la raíz está en la forma en que los ciudadanos vemos el patrimonio? lo vemos realmente? Hace pocas horas recibi un mensaje de correo de mi socio, Carlos Fernández Balboa, tambien museólogo, horrorizado detallando como se está desmantelando la
fábrica Liebig de Entre Ríos, y otra vez me volví a preguntar, para que existe una institucion como The International Comitee for the conservation of industrial Heritage, con semejante nombre y filial en Argentina? Que hacen? Como lo hacen? son proactivos? o son solo reactivos, y proceden cuando el daño ya comenzó a producirse....? si es así... lo siento pero no son profesionales de la museología ni de ninguna otra especialidad referente al patrimonio.
              Todos los museólogos sabemos que en conservación, la prevención es fundamental, lo que no se previene, luego es muy complejo de enfrentar... entonces que pasa que primero el alerta cae por el lado de los medios de difusion y recien luego se empiezan a tomar medidas??? si es que se las toman...
              No seremos todavía de esos reduccionistas filosóficos que creen que PATRIMONIO es el afecto de los AMIGOS, el ASADO de los domingos y el FÚTBOL...?


http://museodelavida.blogspot.com.ar/2008/11/patrimonio-en-peligro-i.html


martes, 4 de noviembre de 2008

DESARMAN LA LIEBIG EN COLON

Pueblo Liebig, 4 de noviembre de 2008.


Deseamos llamar la atención por un verdadero atentado al patrimonio industrial que se está procesando EN ESTE MISMO MOMENTO, en Entre Ríos.          
La empresa propietaria del ex frigorífico de Pueblo Liebig, del departamento Colon, verdadero patrimonio industrial de la agroalimentación, está siendo cruel y atrozmente destrozado para vender el hierro por su peso, desatendiendo el valor impresionante que tiene este lugar.

           Se está depredando un pedazo de la
historia industrial de Argentina y de la región binacional del Río Uruguay y se está perdiendo el verdadero motor para un turismo cultural que empezó a dar nueva vida a PUEBLO LIEBIG, uno de los elementos del patrimonio entrerriano capaz de convertirse en un gran atractivo del turismo industrial del trabajo de la carne de la Provincia.
El desgüace o posible demolición de la ex Fábrica Colón, inmenso emprendimiento de la Liebig’s Extract of Meat Company, es un real atentado contra los valores patrimoniales de toda la región.  La valoración de Liebig como pueblo industrial, nos había hecho imaginar que, en conjunto con el Museo de la Revolución Industrial de Fray Bentos, pudiera plantearse en algún momento, un real circuito turístico-cultural de la industria de la carne en el bajo Río Uruguay (con posibilidades de presentar ante la UNESCO como Paisaje Cultural).
Ruego a Ud. dentro de sus posibilidades, gestionar ante quien pudiera corresponder, la revisión de esta situación atentatoria contra el patrimonio industrial; contraria al espíritu de la progresista Constitución Provincial (artículo 22 y 26), y contra los valores culturales de una población que perderá mucho de su identidad y las posibilidades de ser un centro turístico histórico-industrial.

                                                                                         Atentamente,
                                                                                        arq. Adriana Ortea
                                                                                            
              archivo marca LIEBIG - marcaliebig@gmail.com - Eric Evans 125 - Pueblo Liebig -
                                      
http://blogcyl.patrimoniocastillayleon.org/patrimonioindustrial/archives/532
http://bastadedemoler.org/?cat=31&paged=3
www.rionegrotodo.com/colon.html

lunes, 27 de octubre de 2008

Turismo Industrial

domingo,
26 de octubre de 2008          

// VIAJES//CLARÍN//
                          
PALABRA de EXPERTO
Columna 
por Natalia Paéz

La apuesta del
turismo industrial

arq. Adriana Ortea
Pueblo Liebig -
Entre Ríos -

jueves, 18 de septiembre de 2008

A precio de hierro

miércoles, 17 de septiembre de 2008                           -  El OBSERVADOR - Colón -
                                                                                                         por Luis Bouvet


sábado, 19 de abril de 2008

El patrimonio de Liebig

        
                 L I B R O      Fotografía en Palabras 
                                      La Liebig de Martí 
                              

por Sergio KIERNAN.

Liebig es un caso de Patrimonio Industrial de primera importancia que abarca a una comunidad entera. Es, también, menos conocido de lo que debería ser y este libro ayuda a difundir este pequeño tesoro.

Este Martí del título es un poeta, aunque no el de las grandes odas panamericanas sino el de las íntimas y locales. Autor de muchos libros, tipógrafo y periodista, rosarino afincado en Liebig desde la más tierna infancia, Jorge Martí hace de hilo para contar la vida de Liebig en su apogeo y para compilar un álbum de imágenes realmente valioso. Es que este pueblo es un ejemplo de planeamiento urbano finisecular, con un lenguaje criollista llamativo en una instalación británica. A esto se le mezcla el álbum personal del poeta, que permite en muchos casos ver las casas y calles como eran originalmente. Hay una, felizmente reproducida a página completa, de Martí en triciclo en el patio de su casa en 1931, patio equipado con pajarera y con una galería cerrada con mosquiteros y trellis, cenefas de madera calada y cerramiento de tabla vertical y ventana repartida.

Adriana Ortea es una arquitecta porteña que encontró en Liebig una nueva vida, más tranquila, en una de las viejas casonas con patio y jardín que hace un siglo alojaban a los directivos de la fábrica. Ortea trabaja en la Gestión del Patrimonio Industrial y dirige el proyecto del archivo marca Liebig, con dos objetivos en mente: preservar el pueblo físicamente y darle una mejor vida económica, cosas que suelen ir de la mano. Su último esfuerzo es el libro Fotografía en palabras: la Liebig de Martí, que mezcla sin fisuras los dos conceptos de patrimonio.

jueves, 24 de enero de 2008

La Liebig de Marti

Al calor del estío entrerriano y bajo la luna llena 

la familia Martí: Marta, Jorge Enrique
y su hijo Jorge.

Se presentó Fotografía en Palabras – La Liebig de Martí, con audiovisual al aire libre en Pueblo Liebig.  

Adriana Ortea, Jorge Enrique Martí,
Graciela Rotman y Alfredo Ibarrola.
            Una noche estrellada, calurosa como son las de enero pero con una brisa generosa. Pareció estar todo el pueblo ahí, además de los amigos de Colón, de Paraná, Buenos Aires y hasta de Paysandú. Se sentaron en más de un centenar de sillas, mirando la pared blanca de la Junta de Gobierno.

            En la primera fila de asientos estaban los funcionarios de Paraná y el poeta Jorge Enrique Martí, con su familia. ¿Cuántos asientos por fila? Quince sillas, por diez hileras. Fácil ciento cincuenta, más los parados, y los tímidos en las sombras del fondo. No todos sabían a lo que venían. Los periódicos sólo dijeron, “la arquitecta Adriana Ortea presentará un libro.” Sitios en Internet dieron más detalles.
En esa noche que cubrían las estrellas, Adriana Ortea hizo su presentación de La Liebig de Martí,” agradeció a todo el mundo, luego Graciela Rotman seguida de Alfredo Ibarrola hablaron desde la mesa en un escenario natural que hace la vereda frente a la puerta de la oficina de la Junta. Y Jorge Enrique Martí se acercó, desde su primera fila, para celebrar al libro y al pueblo, con la poesía y las memorias.  Luego, el audiovisual, llenó la vista y el aire de imágenes nuevas y antiguas, de música y poesía.

Impresionó. Aplaudieron. Todo un pueblo aplaudió a un libro sobre el pueblo, al poeta, a la autora, y a la memoria. Fabulosa noche, con decir que no alcanzaron los choripanes. Nadie pensó que la poesía y las memorias traerían tanta gente.

Andrew Graham-Yooll
* periodista. Ombudsman del diario Perfil, ex director del Buenos Aires Herald.