Pueblo Liebig, 20 de noviembre de 2008.
Cuando, en los primeros días de septiembre, vimos el camión cargado con las "retorchas" fue un golpe, saber que se llevaban el hierro y ver el desguace es doloroso. Pensar en la posible demolición de la fábrica es impotencia y fracaso.
“¡Nunca entré en La Fábrica ! ¿no voy a poder conocerla más?”, preguntó mi sobrino de 10 años y me sentí responsable. Decidí difundir “el laborioso trabajo de extracción” del patrimonio en Pueblo Liebig, porque todos estamos perdiendo un pedazo de la historia social y económica de la producción alimentaria, del trabajo de la carne de Argentina y de la región binacional del Río Uruguay.
La gacetilla circuló desde el 4 de noviembre de 2008 entre arquitectos, organizaciones civiles, defensores del patrimonio y de la historia, amigos; y el hecho corrió como pólvora. La ayuda de René Boretto, director del Museo de la Revolución Industrial en Fray Bentos, ha sido invalorable; y el apoyo de los uruguayos, de una gran solidaridad; desde sus museos hasta la Comisión Nacional de Patrimonio y el Ministerio de Cultura.
De este lado del río las adhesiones llegaron de vecinos: Jorge Enrique Martí, Rodríguez Anselmi y Holzer; amigos de Berisso, Bariloche y Gualeguaychú (donde el Frigorífico Nacional pasó al patrimonio de la comunidad por ley provincial); y la Escuela n° 11 Hipólito Vieytes la incluyó en su web. Se sumaron Silvia Vallory y Fabián Berger, el Museo de Antropología de Concordia; la Coordinadora General de Cultura de la Provincia y Graciela Rotman, del Programa Identidad Entrerriana. El periódico El Entre Ríos publicó la noticia el 9 de noviembre y diversos medios digitales del país la reprodujeron.
Ofrecieron su ayuda, organismos como TICCIH (Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial), INCUNA (Asociación Arqueología Industrial, Gijón), MNACTEC (Museo de la Ciencia y Técnica de Cataluña), ICOMOS (Consejo Internacional de Sitios y Monumentos), CEDODAL (Centro de Documentación de Arquitectura Latinoamericana), las asociaciones Basta de Demoler y Responde (Recuperación Social de Pueblos que Desaparecen); la Universidad de Mendoza, Olavarría y Sevilla; la Red de Patrimonio de Paysandú, el Consulado Argentino el Centro de Arqueología Urbana de la UBA.
Entre todos enviamos cartas electrónicas, desde el 14 de noviembre, a las autoridades provinciales y nacionales. Llegaron a destino: desde la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos hasta al Vicegobernador de Entre Ríos, Dr. José Lauritto.
El patrimonio vale, pero no por su peso, sino por su significado histórico y por el derecho colectivo a la memoria y preservación de todo patrimonio cultural; histórico, arquitectónico y paisajístico (art. 26, nueva Constitución Provincial y art. 41, Constitución Nacional). El patrimonio no tiene dueños, tiene depositarios; pero para que haya patrimonio, primero debemos conservarlo… los grandes empresarios, cada vecino y las autoridades públicas.
¿Cuál es el objetivo de la denuncia? Alcanzar una Declaración Provincial de Protección Patrimonial en el marco conceptual de Paisaje Cultural LIEBIG: río, fábrica, pueblo y la memoria del trabajo. (art 1, Convención de Patrimonio Mundial, UNESCO). Poner en marcha una Estrategia de Conservación y Desarrollo, para frenar los “atentados demoledores” al patrimonio industrial de la fábrica y el pueblo, antes de salir a vender los escombros de nuestra Identidad.
Adriana Ortea
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