jueves, 19 de julio de 2012
Expresó el senador Oscar Arlettaz al conocer la promulgación por parte del Ejecutivo Provincial de la ley n° 10147, que declara: Patrimonio Histórico Cultural de la Provincia de Entre Ríos a Pueblo Liebig.
Elogió la actitud del Gobernador Urribarri que promulgó la ley penas salió de la legislatura y lamentó que haya estado tanto tiempo parada en Diputados. Reveló que miembros de la actual composición de la Cámara Baja dialogron con él, por ser autor del proyecto y en orden a la importancia, lo trataron de inmediato.
En un momento se pensó en demoler parte de la fábrica pero hubo vecinos que se opusieron a desguazar un lugar con tanta historia. El legislador lanzó su voz de alerta porque los terrenos pertenecientes a la firma Liebig, pasaron a formar parte del ex Frigorífico Colón SA y se llegó incluso a pensar en la demolición de algunos lugares característicos, cuando la comunidad de Liebig para superar su estancamiento económico, promovió el turismo hacia la zona. Se planteó el objetivo de preservar, para el desarrollo y sustento de todos los que allí viven.
El autor de la ley relató que el origen de la iniciativa es particular y tiene su raíz en la perspectiva de los vecinos. Se trata de una zona particularísima que tiene su origen con la fundación de un saladero y puerto, donde venían desde Inglaterra los veleros a llevarse carne de nuestras tierras. De hecho, los adoquines que conforman las calles del pueblo venían como lastre, en las sentinas de los barcos que eran llenadas con esos elementos.
Más de cien años atrás, se fue generando una fisonomía alrededor de la actividad generada por los capitales de origen inglés. Cuando se retiran los capitales originarios, la planta es comprada y continua bajo otra denominación. “Hoy se vuelve a habilitar una industria en la zona gracias a la intervención del gobierno entrerriano y el dela Nación ”, explicaron.
“Más allá de contar con nuevos emprendimientos, hay que preservar lo que está, ya que cuando se deja de lado la industria originaria en Liebig, el pueblo queda desamparado”, dijo Arlettaz. El legislador dijo que a la hora de impulsar el proyecto se tuvo en cuenta lo que sucede en muchos lugares del mundo, donde el patrimonio histórico característico y único, es preservado para deleite de las generaciones presentes y futuras.
Recordó que cuando se pensó en demoler parte de la fábrica, hubo vecinos que se opusieron poniendo alrededor su propia humanidad, para evitar el desmantelamiento de algo que es emblemático. “Llegar a Liebig desde el río y observar la imponente chimenea es algo único, que golpea el corazón”, enfatizó.
El autor de la ley relató que el origen de la iniciativa es particular y tiene su raíz en la perspectiva de los vecinos. Se trata de una zona particularísima que tiene su origen con la fundación de un saladero y puerto, donde venían desde Inglaterra los veleros a llevarse carne de nuestras tierras. De hecho, los adoquines que conforman las calles del pueblo venían como lastre, en las sentinas de los barcos que eran llenadas con esos elementos.
Más de cien años atrás, se fue generando una fisonomía alrededor de la actividad generada por los capitales de origen inglés. Cuando se retiran los capitales originarios, la planta es comprada y continua bajo otra denominación. “Hoy se vuelve a habilitar una industria en la zona gracias a la intervención del gobierno entrerriano y el de
“Más allá de contar con nuevos emprendimientos, hay que preservar lo que está, ya que cuando se deja de lado la industria originaria en Liebig, el pueblo queda desamparado”, dijo Arlettaz. El legislador dijo que a la hora de impulsar el proyecto se tuvo en cuenta lo que sucede en muchos lugares del mundo, donde el patrimonio histórico característico y único, es preservado para deleite de las generaciones presentes y futuras.
Recordó que cuando se pensó en demoler parte de la fábrica, hubo vecinos que se opusieron poniendo alrededor su propia humanidad, para evitar el desmantelamiento de algo que es emblemático. “Llegar a Liebig desde el río y observar la imponente chimenea es algo único, que golpea el corazón”, enfatizó.
Arlettaz dijo que además de ser algo único, es un lugar conocido en todo el mundo por aquellos que se dedican a historiar el desarrollo de la industria cárnica. Si se describe su funcionamiento se puede inferir lo imponente de este lugar. Llegaba la hacienda pesada por tren desde Corrientes a un lugar ubicado a unos siete kilómetros y desde allí había arreo hasta los corrales de descanso. Se faenaban 1500 animales pesados por día.
“Liebig es un pueblo inglés”, contó, armado de una manera rara por la mente imperialista de quienes lo habitaron. Arlettaz explicó que se construyeron las viviendas con los frentes hacia el pulmón de manzana, lo que está relacionado con el pensamiento colonialista. Sus constructores lo hicieron con un concepto defensivo, como hubo pueblos de este tipo a lo largo del planeta, como por ejemplo algunos lugares de África o la India.
No ocultó su satisfacción por la promulgación del proyecto que estuvo mucho tiempo parado en la Cámara de Diputados. “Esto significa que no se va a destruir este patrimonio cultural y arquitectónico importantísimo”, agregó.
Liebig se encuentra sobre el río Uruguay a ocho kilómetros de la ruta 14, en el departamento Colón, lo que lo coloca a tres horas de la Capital Federal , potencial mercado de varios millones de potenciales turistas.
En 2009 se aprobó por unanimidad y sobre tablas el proyecto, pero después quedó en Diputados. Hace algún tiempo le pedí a los diputados de la actual conformación que lo trataran, lo que hicieron y el gobernador de inmediato la promulgó a la ley.
Resaltó que gracias a esto los habitantes del pueblo cuentan con una norma legal respaldatoria que les permitirá preservar espacios de características únicas y poder ver lo que allí aconteció a partir de los vestigios.
En 2009 se aprobó por unanimidad y sobre tablas el proyecto, pero después quedó en Diputados. Hace algún tiempo le pedí a los diputados de la actual conformación que lo trataran, lo que hicieron y el gobernador de inmediato la promulgó a la ley.
Resaltó que gracias a esto los habitantes del pueblo cuentan con una norma legal respaldatoria que les permitirá preservar espacios de características únicas y poder ver lo que allí aconteció a partir de los vestigios.